lunes, 13 de diciembre de 2010

Salvaje huelga

Sin pensarlo mucho, impulsivamente, siguiendo su intuición, se atrevió a despegar para compartir juntos sus rescatadas libertades. La repentina huelga de controladores de sentimientos disparó los miedos, despertó los fantasmas, avivó el espanto de pasados fracasos y derrotas, cerró los aeropuertos de la esperanza y dejó en tierra las ilusiones.
Se estrelló miserablemente contra una modesta elevación.
Descartada la vía aeronáutica quiere intentarlo por mar.
Ahora toma clases de vela.

eglon82


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