Antes de empezar, me daban lástima: eran muy jóvenes. Y hace tiempo que no me encargaban este trabajo, que en otro tiempo ejecutaba tan bien. Pero no tardé en sentir esa sensación renovada de cuando me miran con odio; y luego sus gritos, de creciente intensidad, ya me ponen especialmente excitado y ya no paro. ¡Qué se le va a hacer!. Sólo cumplo órdenes.
Luis Nieto (Papelylápiz)
Buena forma de ligar ficción con cruda realidad, señor L.N., ingenioso. Además sirve para recordar, pues todos los que llevaron a cabo las atrocidades de los campos de concentración nazis decían en los juicios "yo no era responsable", la historia desgraciadamente se repite y vivimos atontados, su iniciativa me parece un acierto. Un saludo de un lector desconocido
ResponderEliminarBravo, Luis, bravo.
ResponderEliminar¿Cómo evitar que la historia se siga repitiendo una y otra vez? Gracias por recordarnos la terrible realidad, con un texto excelente y un vínculo que nos saca de nuestra cómoda complacencia.
ResponderEliminarMuy bueno, Luis. La realidad supera con creces a la ficción.
ResponderEliminarGracias, me alegro de que también lo veáis así. Me pareció una forma de compartir ficción con actualidad, pues creo que enriquece más.
ResponderEliminarLa forma de evitar que la historia se repita (prengunta retórica del segundo Anónimo), en mi opinión es no ocultarnos y dar rostro a nuestra protesta; es comprender que, si ya no hay fronteras para pijotear con microrrelatos por internet, tampoco debe haber fronteras para sentir los problemas del mundo y verlos como nuestros. Bueno, perdonad, soy así de 'pesao'.
¿Ficción? ¡Hiperrealidad! Muchas gracias a ti.
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