Arrastrando mi derrota, recorro durante la noche, uno a uno, los recuerdos de mi deriva.
Creyendo reconocer improbables aromas de abrazos, restos calcinados de miradas, ecos remanentes de susurros.
Sólo oigo el sigiloso paso del tiempo.
tallaets
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Creyendo reconocer improbables aromas de abrazos, restos calcinados de miradas, ecos remanentes de susurros.
Sólo oigo el sigiloso paso del tiempo.
tallaets
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En la noche tranquila y fría .En la noche en que dejando pasar el tiempo permito a mis oídos escuchar mi propio corazón y mis deseos.
ResponderEliminarMuy bueno, tallaets, muy bueno. A veces nos asaltan, durante fracciones de segundos, fragmentos de olores, sonidos y sentimientos que creíamos definitivamente olvidados.
ResponderEliminarGracias albada, Hank, por vuestros comentarios.
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