Me encanta tu país pegado al mío.
Cruzar emboscado fronteras invisibles sin apenas cerciorarte de que estoy dentro.
Jugar atolondrado con tus paisajes, provocando relieves desconocidos en sus alturas.
Mi norte es tu sur enredándonos para siempre en el vértice de nuestras diferencias.
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Cruzar emboscado fronteras invisibles sin apenas cerciorarte de que estoy dentro.
Jugar atolondrado con tus paisajes, provocando relieves desconocidos en sus alturas.
Mi norte es tu sur enredándonos para siempre en el vértice de nuestras diferencias.
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Existen tierras por descubrir urgentemente, antes de que desaparezcan definitivamente del mapa.
ResponderEliminarGozar plenamente de esos paisajes vírgenes de tu mirada et de tu tocar.
No solo basta novelar.
Vivir de una vez por todas antes de que la nostalgia te mutile el alma.
Me ha gustado mucho viajar por esas fronteras invisibles…
Gracias.
El sexo con quien duerme es de lo más estimulante. El despierto explora aquello que desea, con la seguridad del saberse "solo", disfrutando con las reacciones del soñante, algo que le anima a seguir su exploración, para, sin saber si es sueño o realidad fundirse en un mismo espacio. Sueño y realidad unidos en un acto de amor.
ResponderEliminar@Anónimo
ResponderEliminarTodos los días se descubre algo nuevo de uno mismo, como de las personas más cercanas. Es el camino que nos lleva a vivir.
Gracias por leerme, vecina.
@Cormoran
ResponderEliminarEs una opción, Luis. Como todos los escritos tiene varias interpretaciones, tantas como ojos que lo leen. Quise jugar en la metáfora de los territorios que tenemos cada persona, tanto física como psíquicamente y la posibilidad de asociarnos con otros "territorios" o "países", desde la completa conservación de la libertad individual. Gracias por tu lectura, Saludos.
Hay error: no soy mujer y no sé si somos vecinos ya que no conozco tu paradero “21”.
ResponderEliminarLo siento.
Aunque por supuesto seria un placer descubrir que vivimos cerca.