sábado, 15 de enero de 2011

Emancipados

Ella se encontraba de pie junto a la ventana; sus dedos daban golpecitos nerviosos en el alféizar mientras sus pensamientos saltaban como langostas hacia el vasto jardín. Sorbía el aire despacio, inspirando el frescor de la mañana empapado en el aroma de las flores. Él se acercó con su ritmo particular de pantuflas y bastón y, tembloroso, la tomó del brazo. Juntos caminaron por los pasillos hasta llegar al patio. Allí aguardaron sentados en un banco hasta ver las rejas entreabiertas y, pasito a pasito, se fugaron de la residencia.

Saryle

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5 comentarios:

  1. Por supuesto, en la primera mitad del relato ni por asomo pensé en una anciana. Malditos prejuicios... gracias por hacerme pensar en ello.

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  2. La imagen de la mujer en la ventana es sugerente, como lo puede ser una anciana inspirando su inminente "libertad". Gracias por tu comentario, Rodia.

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  3. ¡Qué historia tan bonita, Sara, cuánto amor y ternura en ella!

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  4. Es una historia tierna con final feliz, no cabe duda. Pero la imagen de que toda residencia es una cárcel... Tenemos mucho que cambiar al respecto porque si no lo hacemos con los de "nuestra sangre"...

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  5. Gracias Luis y Cormorán.
    Aunque que la imagen de las rejas da a la residencia sensación de "cárcel", mi intención era representar ese "fugarse de casa" de los adolescentes que quieren sentirse "emancipados" de sus tutores.
    Un saludo.

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