Compartíamos el idioma innato de las caricias, y diluíamos la monotonía con secretos compartidos a voces, mientras nos mirábamos callados.
Saltábamos sobre la noche con parsimonia teñida de delirio mudo y jugábamos con el vértigo, hipnotizados por el deseo.
Hasta que habló el silencio.
Cronopio
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Saltábamos sobre la noche con parsimonia teñida de delirio mudo y jugábamos con el vértigo, hipnotizados por el deseo.
Hasta que habló el silencio.
Cronopio

Me recuerda a "El último tango en Paris"
ResponderEliminarPues no había caído, pero ahora que lo dices...tienes toda la razón. Ese ambiente opresivo y decadente, ese silencio desgarrador y tan lleno de expresiones y secretos a medio descubrir...Muy buena apreciación, cormoran, muchas gracias. Me has hecho pensar un buen rato, y recordar una película que me hipnotizó y que hace tiempo que no veo. Habrá que recuperarla cuanto antes.
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