Cuando las gotas de lluvia empezaron a roturar el cristal de la ventana, la zozobra había devorado ya al ardor.
Asistieron impasibles al espectáculo de agua y truenos, como si tras el cristal fueran a encontrar las respuestas a todas esas preguntas que ni tan siquiera habían tenido el valor de formular.
Cronopio
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Asistieron impasibles al espectáculo de agua y truenos, como si tras el cristal fueran a encontrar las respuestas a todas esas preguntas que ni tan siquiera habían tenido el valor de formular.
Cronopio
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Que imagen tan sugerente, la tormenta fuera y la inquietud dentro, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarMuchas gracias, Marga. Me alegra enormemente que te haya gustado.
ResponderEliminarHay silencios que atronan y espacios dañinos como rayos. Hay tormentas silenciosas demoledoras.
ResponderEliminar@CormoranTotalmente de acuerdo con tus palabras, cormorán. Lo has expresado de una maera tan bella y a la vez, tan dolorosa, que poco más se puede decir.
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