La sirena me hizo señas con la mano desde la boca de la bahía. Yo le respondí, sin intentar correr hacia ella, sabía que desaparecería mucho antes de que mis pies tocaran el agua.
Pero no sé el motivo por el que tomamos habitualmente acciones que sabemos no nos darán fruto alguno. Me gustaría pensar, que en este caso, el no intento de acercamiento, hiciese que la sirena extrañada por esa actitud nueva en el humano, fuera la que se acercara a la orilla, y el atemorizado saliese huyendo. O quizás no.
Pero no sé el motivo por el que tomamos habitualmente acciones que sabemos no nos darán fruto alguno. Me gustaría pensar, que en este caso, el no intento de acercamiento, hiciese que la sirena extrañada por esa actitud nueva en el humano, fuera la que se acercara a la orilla, y el atemorizado saliese huyendo. O quizás no.
ResponderEliminarTenemos una relación muy productiva con lo inalcanzable. Sin necesidad de envolverse en la religión o la magia.
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