Había reído sus chistes.
Había sentido su tacto.
Yo había llenado sus silencios
y había tocado su piel
El había sentido mi ausencia
Había olvidado mis carcajadas
Habia escuchado mi llanto
El había decidido diluirse
y no había entendido mi sed.
Yo decidíré seguir.
Yo abrazaré el horizonte.
Y apostaré por vivir
Albada

Presente
ResponderEliminarYo te aplaudo...
...Yo agradezco.
ResponderEliminarEstupendo poema, Albada. Siempre es un placer leerte por aquí. Un saludo.
ResponderEliminarPrecioso, con fuerza y energía. Cargado de experiencia, sin miedos.
ResponderEliminarEl título ayuda mucho, Albada. El presente está habitado con la esperanza de construir un futuro acorde con el esfuerzo y el sentir vividos. Muy bonito. Saludos.
ResponderEliminarGracias Sara, Cormoran, 21. Sois muy amables.
ResponderEliminarSaludos cordiales
¡Qué bonito!
ResponderEliminar