Si éste fuese un mundo ideal y sin fisuras, aquélla debería haber sido la última copa, tal y como había decidido momentos antes de pedirla.
Si el azar no existiese, si el presente fuese maleable, si fuese dueño de su cuerpo, habría sido capaz de sortear a la dulce tentación vertida en aquel vaso largo y translúcido.
Si no hubiese llovido tanto ahí fuera, si la absurda sed de huir de él mismo no fuese inversamente proporcional a la cordura, no habría seguido abrazado al final de la barra.
Cronopio
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Si el azar no existiese, si el presente fuese maleable, si fuese dueño de su cuerpo, habría sido capaz de sortear a la dulce tentación vertida en aquel vaso largo y translúcido.
Si no hubiese llovido tanto ahí fuera, si la absurda sed de huir de él mismo no fuese inversamente proporcional a la cordura, no habría seguido abrazado al final de la barra.
Cronopio

Es redondo.La mano agarra el vaso como agarra al clavo que le sujeta del globo para no aterrizar en la prosáica realidad.
ResponderEliminarLeerte siempre es un ragalo a la inteligencia y a la sensibilidad.
Un abrazo
Aunque a veces la resbaladiza cuesta abajo de la realidad no entiende ni de clavos, ni de globos, ni de asideros etílicos...Muchas gracias por tus palabras, Albada. Un abrazo.
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