domingo, 15 de mayo de 2011

Herman...

La señorita Lucy, encargada de organizar la fiesta infantil en el colegio, bajó el último escalón de la escalera que conducía al sótano de los Munster. El señor Herman abría la pared a golpes de pico. El lugar olía a podrido. Cuando se acercó, se quedó paralizada por el terror. Herman Munster notó su presencia y girándose, le mostró los cuerpos incrustados en la pared. Saludó alegremente: ¡Hola, señorita Lucy, qué sorpresa! ¡Tal y como habíamos quedado, me estoy encargando de los emparedados!

Hank66

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5 comentarios:

  1. Qué bien sabes añadir esa pizca de humor e ironía que luego resulta clave en el relato, jajaja. Estupendo. Me alegro saludarte, Hank66, espero que te vaya bien.

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  2. Lo de las bebidas presumo que será realmente repugnante... ;-)

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  3. ¡Gracias por vuestros comentarios, amigos! Eglon82, jajaja, ¡que acabo de comer!

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  4. Negro, negro, Hank. Este sí que es humor negro. Muy bueno. Un abrazo.

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  5. Jajaja, es lo que tiene ponerse a pensar en sandwiches y en los Munster al mismo tiempo, se te ocurren estas "tontás". Gracias de nuevo. Un abrazo, Sara.

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