Enojados, pero sobre todo, muy asustados. Así estaban los locutores de la cadena. Indignados porque, al fin y al cabo, ellos no redactaban las noticias. Se limitaban a leerlas. Asustados porque el tiempo se acababa y los acabarían despidiendo. No hablaban del tema. Intentaban disimular, y los maquilladores ayudaban con sus potingues, pero todos sabían que pronto llegaría el momento en el que les sería imposible ocultar que cada día, al leer las noticias, a todos les crecía un milímetro la nariz.
Hank66
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Hank66

Me echaría a reír (y con ganas) si no fuera porque es un triste y dura realidad, muy bueno Hank.
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