Quería que el paseo me llevara al engranaje, luego a los bordes agujereados y finalmente al mismo centro del fotograma convirtiéndome en el protagonista de una de Kieslowsky pero caminaba y las formas seguían nítidas, las personas mediocres y no había ni un solo color que destacara sobre el resto, el cansino diorama de la tarde conocida era un acordeón tocado por un borracho.
Cuando llegué a casa decidí que no volvería a buscar ahí fuera el mundo que tú ya me ofrecías, aún dormida en el sofá.
Eunuco
Blogged with MessageDance using Gmail | Reply On Twitter
Cuando llegué a casa decidí que no volvería a buscar ahí fuera el mundo que tú ya me ofrecías, aún dormida en el sofá.
Eunuco
Blogged with MessageDance using Gmail | Reply On Twitter
Cinematográfica, metafórica... muy bueno, Eunuco.
ResponderEliminarLa última frase me parece una belleza, que aprecio aún más leyendo una primera parte tan hostil, y ese ambiente tan monótono que describes tan bien.
ResponderEliminarExcelente, Eunuco.
Eunuco, qué placer volverte a ver por estos lares. Y màs con este micro, denso y sugerente como pocos.
ResponderEliminar@Hank
ResponderEliminarGracias Hank, me alegro de que te guste. La verdad es que a pesar de lo mucho que me gusta el cine lo dejo asomar más bien poco por lo que escribo.
@veintiuno
ResponderEliminarGracias 21, como siempre se agradece tu concienzuda lectura de nuestros escritos. De vez en cuando es bonito acabar una de estas minihistorias con buen sabor de boca.
@Gabriel Palafox
ResponderEliminarHola Gabriel, gracias. Espero que la novela vaya viento en popa a toda vela, seguro que sí. Y gracias por la foto, ahí quedará.