Heredé de mi padre un carácter débil, un preciso sentido del humor, una visión hedonista de la vida y 8.000 euros resultado de haber dilapidado meritoriamente la enorme fortuna familiar construida céntimo a céntimo por mi abuelo. Pero la peor herencia fueron sus ojos azules en un país de ojos marrones, los que terminaron de llevarme a esta celda, con ellos seduje a mujeres, jefes, clientes y rivales, ellos me hicieron deudores de secretos inconfesables y enemigos poderosos, ellos me condenaron.
flix
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flix

Muy bueno, flix. "Ojos azules en un país de ojos marrones". Pues yo también lo pasaría mal, jajaja. Un saludo.
ResponderEliminarMe gusta mucho la descripción de la herencia.
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