En la piscina particular del banquero, el líquido que chapotea es el sudor ajeno exprimido meticulosamente. Mientras... bebe un cóctel de sangre recién extraída, rica en minerales y nutrientes contra la compasión. Las toallas son de piel natural de subordinado dócil, adaptables en cualquier superficie. Su burbuja sigue estanca bajo el mismo cielo que nos cubre a todos, sólo que a él, el seguro le permite un sol radiante que elimina cualquier atisbo de tormenta.
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Buena metáfora sobre la situación actual. Desgraciadamente, así es.
ResponderEliminarQuizás he sido demasiado explícito para un texto donde el mensaje está ya de por si, manido. Aún así, gracias, Hank.
ResponderEliminarEl problema es que en estos tiempos en los que vivimos todo pasa de moda rápidamente. Hasta la indignación. Parece que intentar denunciar, llamar la atención u intentar cooperar para que todos reaccionemos y digamos ¡Hasta aquí hemos llegado! se convierta ahora en algo pesado, cansino y reiterativo, y no creo que sea así. Hay que seguir, insistir, y que la dramática situación actual no se nos olvide por una nueva película de moda o el comienzo de la liga de fútbol. Y hay que llamar a esta gentuza por su nombre. Saludos, 21.
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