Voló sobre los tejados. Voló sobre los campos, aún verdes a pesar del otoño. Voló sobre el mar(alternativamente furioso y en calma). Voló hacia el Sol. Voló hacia la Luna. Voló entre cúmulos, cirros y estratos...pero lo que para muchos sería un delicioso sueño inalcanzable, para él no dejaba de ser una mera rutina más. Cronopio
Imagino que el protagonista de este relato es un ave, pero yo he pensado en un ángel en cuanto lo he leído. Un ángel algo hastiado y melancólico, como el Elzevar del grandísimo relato “El ángel” de Juan Rodolfo Wilcock. Tú relato es también magnífico. Un saludo.
ResponderEliminarBueno, te agradezco la comparación, aunque me temo que es exagerada. Mi ángel/ave o lo que cada uno quiera ver es mucho más modesto. Simplemente, le aburre un poco su rutina. Un saludo de vuelta, mj.
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