Ávila 1594. Alonso Ruiz, tintorero de oficio, aún sin beneficio, se dirigía a su banco para pedir un crédito para jóvenes emprendedores. Estaba preocupado. Se decía que si la poderosa banca alemana Fugger, la de los Reyes y Papas, instaba a Felipe II a devolver la astronómica deuda contraída con ellos a un altísimo interés, la economía europea se derrumbaría. Llegó al banco con el correo de Madrid. Bolsa a la baja. Prima de riesgo al alza. Adiós a su sueño de vivir de su trabajo. Malditos bancos. mj
Es curioso que 500 años después, Alonso Ruiz siga siendo becario. Eres la MJ los Hunos? Pues si es así, andas muy puesta en historia. Me ha gustado
ResponderEliminarMis conocimientos de Historia son colaterales, por decirlo de alguna manera. O sea, un poco aquí, otro allá, pero nada en serio. Con estos dos relatos encadenados, pretendí poner en boca de Alonso Ruiz su experiencia en una España semejante a la de hoy en día, salvando las diferencias, claro. Un personaje que contesta a un español del XXI, que se interesó por él, y del que tuvo noticias quién sabe cómo, pero leyendo Relatarium sin duda. Me alegro de que te haya gustado. Gracias de nuevo por tus comentarios. Un saludo.
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