viernes, 11 de noviembre de 2011

Servicio a domicilio (2parte)

Sentía curiosidad aunque el miedo que solía experimentar ante los desconocidos no hacía su aparición. Tal vez porque se creía protegido en su cama.
-¿Quieres que te deje ver lo que hay dentro? -susurró el hombre, agitando el saco aún cerrado.
El niño asintió con la cabeza, ignorante de que todas y cada una de las pesadillas de su madre se retorcían en el interior de aquella cárcel de esparto.

montse


0 comentarios:

Publicar un comentario