martes, 27 de diciembre de 2011

El invitado

Estuvieron en todo momento encantadores, le acogieron como uno mas de la familia. Su integración fue haciéndose más fácil a medida que las libaciones aumentaron. Sentado en una mesa espléndida, al lado de una hermosa comensal, cuyas miradas arrobadas le provocaron temblores. Prácticamente no pudo hablar, salvo para balbucear agradecimientos y despedidas. Consiguió a dudas penas hacerse con la situación y salir al rellano, donde respiró hondo y se dispuso a dar una excusa coherente por su retraso

1 comentario:

  1. Por despiste involuntario no firme este micro, lo lamento por si era de vuestro interés, saber el autor. Saludos Alfred

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