sábado, 24 de diciembre de 2011

Entrañable Santa Claus

Amaba fanáticamente a la Navidad y a todos sus símbolos, incluyendo a Santa Claus. Pero aún más amaba a su cama. Por eso, cuando, al volver de la Misa de Gallo, se lo encontró en su cama, lo mató de un tiro. Algo apesadumbrado, apartó el grueso cadáver, recriminando a su mujer, que, casualmente, también estaba en el mismo lecho, que hubiese permitido al gordinflón usar su querida cama. Pasado el enfado, marido y mujer abrieron los regalos que el entrañable Santa había dejado junto a la chimenea.

3 comentarios:

  1. Jajaja, muy bueno, veo que los dos nos hemos puesto de acuerdo para darle "caña" al gordo...

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  2. @Hank

    Es que a algunos nos puede llegar a caer bien gordo...Sobre todo si se dedica a meterse en nuestras camas.

    Saludos y (a pesar de los gordos), que tengas unos días fabulosos.

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  3. @tapia

    Acabo de darme cuenta de que no había firmado este relato de grosera infidelidad (infidelidad de la cama, se entiende). Ahora ya sabéis quién es el culpable.

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