Las letras estaban confusas, intentaban escapar cada una por su lado, no se sentían identidad alguna, y temían el uso que de ellas pudiera hacerse. Cuando más inquietas se sentían, como ciervos ante la tormenta, fueron cayendo prisioneras en un orden del que no podían escapar, una A se dio a la fuga, creyendo que al haber varias no lo notarían pero fue puesta en la cola de la formación de la palabra.
Alfred
Así nos pasa a nosotros a veces ¿verdad? tenemos un burruño de letras y palabras en la cabeza, pero de pronto se ordenan y ... allá va, otro relato.
ResponderEliminarUn beso y feliz navidad.
Tu A creo que ha iniciado un conato de sublevación. Te lo comento porque ahora mismo se ha puesto la primera donde no le correspondía y mi sueldo tocante y sonante , ha quedado asonante.
ResponderEliminarY no me ha hecho gracias alguna!, te informo.
Un saludo
Gracias por vuestros comentarios, un beso y feliz Navidad!
ResponderEliminarSí, sí, mucho fijarte en la "A", pero creo que la "X", la "Y" y la "W" han montado un campamento de indignados e iniciado la resistencia activa. ¡Ya verás cuando las necesites, porque las necesitarás! Buen micro, Alfred, saludos.
ResponderEliminarHank, si se nos escapan las letras estamos perdidos y sin isla. Un saludo.
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