Entró en su propia casa sin hacer ruido. Temía que se oyeran los ecos de las palabras más tiernas jamás oídas. O que brillaran las cicatrices que dejaron unas miradas profundas como trincheras. O que se adivinara la urdimbre que lo envolvía, tejida por hilos de un futuro indefenso y deseable. Pero todo eso pasó desapercibido. Le delató una brizna de carmín hiriendo la comisura de sus labios satisfechos y que escapó del ataque de su pañuelo en un vano intento de borrar un pasado tan reciente.
country49
Excelente, country, excelente. Creo que has conseguido atrapar en unas pocas líneas un momento de desesperación, de tristeza. Gracias por regalarnos este precioso micro.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, seguro que reprimió a duras penas una sonrisa furtiva y le pillan justo en lo más sencillo.
ResponderEliminarLos restos de una pista, delatora implacabe, y se hace añicos la mejor coartada.
ResponderEliminarQué lectura más grata country. Me has dejado en " silencio...se lee".
Un abrazo.
Albada
¿Para cuando un carmín que desaparezca espontáneamente en menos de cinco minutos?
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios y un muy, pero muy feliz año 2012 para todos los micro-escritores, micro-lectores y micro-comentaristas.
country49
Claro que me ha gustado, country49. Es una escena que pasa fotograma a fotograma y encierra tantas poses, que una ínfima brizna de carmin le costó el trabajo a alguien...
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