De un salto, me sumerjo en lo más profundo, braceando en el anóxico lodo tóxico, entre billones de bacterias púrpura que se nutren de anhídrido sulfúrico. Sé que cualquier discontinuidad en mi traje de neopreno sería mortal. Sé que, si pudiese oler, ese subacuático hedor sería suficiente para hacerme desvariar. Pero sé también que, más allá de la ponzoña, encontraré tu luz.
Una pesada negrura y una sulfúrea fetidez me despiertan, mientras tu fatídico y anhelado reflejo se desvanece una vez más.
Befana
Tu paisaje submarino...parece un submundo donde se puede derrapar como en cualquier otro escenario de curvas. Me gusta.
ResponderEliminarUn saludo
@Albada
ResponderEliminarAlgunos sueños pueden ser ácidos y sulfhídricos, Albada. Y la luz que emiten puede ser un señuelo equívoco o equivocado. Gracias por leer y comentar.
Original y esdrújulo relato, pleno de sensaciones.
ResponderEliminarSaludos