Camino entre el gentío, respiro su mismo aire. No perciben nada extraño. Al fin encuentro una presa fácil, un hombre abatido por la vida. Se deja llevar, seducido por la sensación que le trasmito, tan cálida, tan plácida. Son solo palabras, pero logran evadirlo de su presente. Muere mirándome a los ojos, buscando un final que explique su vida. Me derramo en su mirada dándole un sentido a su muerte. No soy tan perversa como dice mi psiquiatra. Damadeltablero
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