Las gafas, guardadas durante seis generaciones en el desván activarón, aún más de lo habitual su curiosidad.
Allí también, casi sepultados por el polvo se encontraban algunos libros, que de inmediato comenzó a leer. Aterrorizada, descubrió ,como en el trasfondo de aquellos hermosos parrafos... Podia ver el alma de su autor.
Allí también, casi sepultados por el polvo se encontraban algunos libros, que de inmediato comenzó a leer. Aterrorizada, descubrió ,como en el trasfondo de aquellos hermosos parrafos... Podia ver el alma de su autor.
Matrixtilla
Ver el alma del escritor no tiene por que ser terrorífico. Seguro que tú alma irradia una gran paz. Saludos.
ResponderEliminarNunca, he visto ningún alma... más bien, me la he podido imaginar en relación a lo que leo ¿Quizás? Para mi curiosidad, si me gustaria disponer de unas gafas así... Saludos
ResponderEliminarHay almas preciosas,que iluminan. Pero parece
ResponderEliminarser que en ese desván podia haber de terroríficas, que tambien existen. Hay complojidad en todo lo conocido y por conocer.