viernes, 10 de febrero de 2012

El juego de la cuerda

"Tirad de una vez, parecéis nenazas" gritó el profe de gimnasia.
El niño tiró como hacemos las cosas cuando somos chavales, porque sí.
En un supremo esfuerzo apretó los dientes y volvió a tirar.
Y funcionó, vaya si funcionó. Sintió como si un castillo de naipes se desmoronara y la cuerda cedió.
Vio a los de segundo B tumbados en el suelo, humillados.
Entonces disimuladamente la miró. Hablaba con sus amigas, pero lo había visto todo y le miraba con orgullo; todo había merecido la pena, todo estaba bien.


desasosegada


6 comentarios:

  1. Por múltiples variantes que tenga, la danza del pavo real delante de la niña de nuestros sueños es algo que nunca cambiará. Buen micro. Un trocito de infancia atrapado en unas líneas.

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  2. Es parte de la historia del mundo, Andrés, la ceremonia del cortejo, cuando la observo en los animales veo actitudes tan parecidas a las nuestras... jejeje

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  3. El relato del inevitable pavoneo adolescente, no consigue fotografiar las intimas satisfacciones compartidas sobre algo cercano al ritual del cortejo seductor "del macho".
    Ligeras alteraciones en el orden de las palabras, bien encauzadas por una mejor utilizaciòn de puntos y comas,nos habría proporcionado, al menos, una instantánea grata de "mirar".
    saludos.

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    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Efectivamente es manifiestamente mejorable, a ver si repaso mejor los textos y te resultan más gratos.

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    1. Será suficiente la mejora. Carece de importancia si me resultan gratos a mí en particular. Comentando el texo, nohabia intencion de personalizar (por inevitable que sea, en su autor/a. Ni de lejos). La ironia de que "te resulten más gratos" parece, cuando menos fuera de lugar. De ser otra la intención, otra habria sido la respuesta.

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