domingo, 19 de febrero de 2012

Sangre

Las gotas al caer iban haciendo circulitos en el suelo, quedaban espectaculares, su fuente estaba en la escalera, donde con una posición imposible y una mueca que no denotaba nada bueno, el cuerpo acribillado a balazos del más fiel sicario del jefe, yacía a la espera de qué el forense de turno, dijera la causa y hora de la muerte. Mientras se entretuvieron en retirarle unos fajos de billetes que asomaban por los bolsillos, esta vez la paga cambiaría de manos.

Alfred


2 comentarios:

  1. Seguro que una mueca tan significativa, quería decir que nada bueno le estaba pasando a ese, efectivamente. Sangre, intereses e ironía. Los haces compatibles.

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  2. Gracias por leer y comentar, un saludo.

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