jueves, 8 de marzo de 2012

Convicción

Eran los mejores equipos, los de los pueblos vecinos. El fútbol daba ilusión, fiesta, las tardes de los domingos Se iba acompañado por mayores, era un campo lejano y peligroso, tanto se podian recibir pelotazos como pedradas, si terminaba así el partido.
Aquel día fué diferente, increparon a un jugador, se bajo el pantaloncillo y se arrodilló en medio el campo.
Durante muchos años creyo que los futbolistas meaban arrodillados. Ella lo había visto.
Arena


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