Desde la azotea la calle parece más hospitaria, la circulación más amable y tu cintura más cimbreante al acercarte el parquímetro.
Desde mi azotea te miro como si fuera por vez primera. Seguramente, porque aún no te conozco.
Bajaré a la calle y buscaré por las aceras hasta encontrarte. Y no te querré perder.
Albada
Desde mi azotea te miro como si fuera por vez primera. Seguramente, porque aún no te conozco.
Bajaré a la calle y buscaré por las aceras hasta encontrarte. Y no te querré perder.
Albada
Bonita manera de confraternizar con la vigilante de los parquímetros. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Alfred. La calle es hospitalaria cuando en ella la vida presume de estar viva.
ResponderEliminarA través de una vigilante de parquímetros, de una paloma, de una pelota o de un sonido que te regresa a un instante.
Un abrazo.