En una despedida para siempre, tres colegas, tres amigos, de diferente edad, depositaron una rosa roja cada uno. Nunca se van a marchitar esas flores ni el el significado que tenían. Tampoco ese recuerdo... de una acción sencilla.
Donde hay flores, dibujadas, artifiales,
reales, allí se pierden sus ojos. En ese lugar le hubiera gustado repartir una cuantas, pero, en aquel momento, no había ninguna a su alcance. Las mejores flores somos nosotros, le dijeron. Inolvidable argumento.
Arena
Donde hay flores, dibujadas, artifiales,
reales, allí se pierden sus ojos. En ese lugar le hubiera gustado repartir una cuantas, pero, en aquel momento, no había ninguna a su alcance. Las mejores flores somos nosotros, le dijeron. Inolvidable argumento.
Arena
Que mejor que unas rosas, o cualquier otra flor para manifestar el buen recuerdo. El que queda en cada uno de nosotros es el que hace revivir aquel que en su momento nos dejo huella.
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ResponderEliminarEs mas bonito el comentario que el relato.
EliminarGracias por haber comprendido el sentimiento
que intenta expresar.