Pasará el tiempo.
Y las certezas de hoy se vestirán de dudas.
Y los miedos se disolverán en los vaivenes incesantes del olvido.
El peso de los meses hará su trabajo y tus días y mis días presentes, y tus noches y mis noches pasadas se mezclarán y serán practicamente irreconocibles.
Pero si me empeño, tal vez pueda secuestrar este preciso instante y devolvértelo, dentro de unos años, cuando ya no lo recuerdes, para así hacerte partícipe de lo que hoy, tan desinteresadamente me ofreces.
Cronopio
Y las certezas de hoy se vestirán de dudas.
Y los miedos se disolverán en los vaivenes incesantes del olvido.
El peso de los meses hará su trabajo y tus días y mis días presentes, y tus noches y mis noches pasadas se mezclarán y serán practicamente irreconocibles.
Pero si me empeño, tal vez pueda secuestrar este preciso instante y devolvértelo, dentro de unos años, cuando ya no lo recuerdes, para así hacerte partícipe de lo que hoy, tan desinteresadamente me ofreces.
Cronopio
Chapeau Cronopio.
ResponderEliminarUn texto que exhala ternura y esperanza. Un salto mortal sin red hacia el futuro.
Un narrativa, como tantas tuyas, bellísima.
Felicidades.
Un abrazo
Un acto de amor a largo plazo. Fantástico! Un saludo.
ResponderEliminarCreo que es de lo m´ss precioso que has esrito, que ya es decir...
ResponderEliminar!Precioso Cronopio!
ResponderEliminarMe ha recordado un maravilloso poema de Forges
"Las Cosas"
.... un libro y en sus páginas la ajada violeta, monumento de una tarde sin duda inolvidable y ya olvidada...
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
ResponderEliminarA ver si en los próximo textos aprendemos cómo preservar el presente para, una vez situados en el futuro, si es que llega (algo bastante improbable en esta coyuntura), y si es que ese presente vale la pena, lo podamos revivir, reactivar, o reexperimentar, esperando que no haya quedado desfasado, rancio o maltrecho por el mero golpeo del tictac temporal.
ResponderEliminarYa se verá, sí... Gracias por tan certero comentario, anónimo. Saludos.
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