Salí a pasear temprano, aprovechando la excelente temperatura. Al llegar al riachuelo me encontré con un lobo adormilado, con el pelo revuelto y sucio, la lengua parcialmente visible y su abdomen tenso como la piel de un tambor.
Al preguntar qué le pasaba me confesó, entrecortadamente, que dimitía de su trabajo. Cuando aceptó el papel del cuento de la Caperucita, no calculó lo indigesta y dura que estaba la abuelita en cuestión.
Albada
Al preguntar qué le pasaba me confesó, entrecortadamente, que dimitía de su trabajo. Cuando aceptó el papel del cuento de la Caperucita, no calculó lo indigesta y dura que estaba la abuelita en cuestión.
Albada
En ese trance le recomendé, que se estirara encima de la leña para evitar la humedad del suelo, y poder tener una mejor digestión, que reclinara la cabeza sobre un tronco, y en pocos momentos no sentiría nada. Inflado como estaba, me hizo caso, por algo era el leñador del bosque.
ResponderEliminarAhora su dentadura reluciente, luce en la entrada del hostal. Saludos.
Se lo comentaré a otro habitante del mismo bosque: una viejecita, cargada con un cesto de manzanas, a quien una madrastra de alguien le colocó una envenenada, para ofrecer a una bella muchacha.
EliminarDice estar cansada del papel del cuento de Blancanieves, que la artrosis la devora y que la madrastra no la llegó a pagar, pero creo que se perdió en una personalidad múltiple de la propia madrastra.
Saludos.
No se debe esperar tanto. Cuando se creó el cuento, la abuelita, aún de buen ver, estaba tierna y jugosa. Que si me la como hoy...que si me la como mañana...que si a los niños les creará un trauma esta manera de quedarse sin abuela...en fin, que ahora la anciana es pura piel y hueso (artrósico para colmo)
ResponderEliminarSaludos lúpicos
country49
Me ha divertido tu comentario. Eso de posponer las decisiones siempre tiene peaje.
EliminarNo dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Aunque por mucho madrugar no amanece más temprano!.
Gracias por los saludos lúpicos.
Un abrazo virtual y homínido
Hay por ahí quien (se) va rustiendo con salsa orgásmica. ¿Propuesta para el lobo?
ResponderEliminarPuedo preguntar al lobo, pero tal y como lo vi de maltrecho, creo que renuncia hasta de las ovejas más voluptuosas.
EliminarGracias por comentar anónimo.
Un saludo.
Había puesto Gajes del oficio, pero después he tenido esta ocurrencia o puntada:
ResponderEliminarLobo: Yo te dije, te lo dije. Si te quieres comer al cazador, a mi abuelita y a mí de postre te va a dar indigestión. Caperucita
Me gusta tu blog de a poquitos lo ire leyendo. Felicidades y un abrazo.
Un teatrillo alternativo con los diálogos de los personajes de cuento, es una tentación. ¡Ya lo creo!.
EliminarGracias por pasear por mi casa, que puedes considerar tu casa.
Un abrazo