Observaba el río allá a lo lejos, abajo, a sus pies, retorciéndose entre curvas imposibles entre aquellas montañas desgastadas por el viento, el agua y el tiempo.
Recordó entonces con rapidez etapas de su vida pasada, vividas siempre al borde del abismo, sirviéndose de los demás y mintiendo para hacerse más grande a costa del sufrimiento de otros, casi fuera de la Ley, cambiando de casa, de ciudad... Sin tiempo para familia ni amigos, y en aquel flash solo vió un destino, dar un paso al frente.
Recordó entonces con rapidez etapas de su vida pasada, vividas siempre al borde del abismo, sirviéndose de los demás y mintiendo para hacerse más grande a costa del sufrimiento de otros, casi fuera de la Ley, cambiando de casa, de ciudad... Sin tiempo para familia ni amigos, y en aquel flash solo vió un destino, dar un paso al frente.
JESTA
Duro como la vida misma. Lástima que estas personas sólo se den cuenta del mal que han ido sembrado a lo largo de su recorrido, cuando ya es demasiado tarde. Algunas no se dan cuenta nunca.
ResponderEliminarMe ha encantado la forma y el símil que has utilizado.
Saludos!
!Precioso! Jesta, !Lástima de vida desperdiciada!
ResponderEliminarInició el gesto con la orden a su pierna derecha.
ResponderEliminarCerró los ojos entonces, adelantando el talón.
Un viento gélido se arremolinó en su cara.
Un escalofrío le recorrió desde la nuca al coxis.
Sintió cómo un acúfeno le llenaba la mente
y la visión se cerraba en blanco y luces.
Se despertó en el suelo, aterido de frío y cargado de vacío. Y vacío.
Si me permites. Un saludo