La última alma humana llegó y tras ella se cerró para siempre la puerta. Almas pacientes e impasibles desde el principio de los tiempos, se acumulaban amontonadas y apretujadas, junto con las despistadas y asustadas recién llegadas. Al principio fue fácil distribuirlas, había espacio de sobra. Después el tiempo se eternizó y se produjeron acontecimientos inesperados. Opinaba que al Jefe la empresa se le había ido de las manos. Entregadas las llaves y echado el cerrojazo su futuro pintaba incierto.
Pilar. vinculoprivado.blogspot.com
relatosencadera
ResponderEliminarEfectivamente con este relato participé en en su día en el concurso relatosencadena de la Ser, que justo empezaba con la entrada "La última alma humana...".
EliminarSaludos!!!
Hay un concurso sobre la inmortalidad. Podrías presentarlo.
ResponderEliminarHola Minerva! me podrías indicar dónde es el concurso que me dices.
EliminarGracias.
Un saludo.