viernes, 15 de junio de 2012

Penúltimo cartucho

Como recurso desesperado, antes de asumir todas esas dolorosas certezas, regresamos al lugar preciso en que se cruzaron nuestros puntos cardinales aquella primera vez.

Repetimos los mismos movimientos, las mismas palabras, casi calcamos los gestos... buscamos, entregados, la descarga de corriente alterna que nos fulminó en un instante.

Nos miramos en silencio, esperamos la señal, pero nada sucede... Hemos sido definitivamente derrotados por el peso del tiempo.

Cronopio


7 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Respuestas
    1. Hay pasos del tiempo que parecen ser imposibles de despegar de las suelas de los relojes.
      Me suena cargado de melancolía. Aunque suene de forma tan bella.

      Un abrazo.

      Eliminar
    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
    3. Me intriga saber que hay de "fluido" en una reconstrucción cuasiforense. Podría usted hacerlo comprensible a mayorías más amplias.
      Gracias.

      Eliminar
  3. Estremecedor.
    A veces el sentir no se quita ni con agua hirviendo. Pero cuando se ha evaporao por si mismo, ya no se puede volver atrás.

    ResponderEliminar
  4. Como ocurre a veces con las re-lecturas de los libros o las visiones de películas que nos marcaron en su momento, el tiempo casi nunca coincide con el espacio (o viceversa) y mucho menos con las vivencias que se tatuaron casi sin querer en nuestras almas. Pero una derrota permite comenzar de cero y levantar un edificio donde antes sólo había cascotes.

    Un abrazo

    country49

    ResponderEliminar