Al tomar un baño de luz entre el sol naciente y la luna menguante,
Salían de sus ojos destellos de purpurina plateada y polvo de oro. Llenó una cajita de cristal de roca, detectora de auras, en forma de cono, y la mandó con un beso de hada
a uno que medio sapo y medio insecto se declara.
El fantástico resultado fué... para olvidarlo.
arena
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