sábado, 22 de septiembre de 2012

Hormigas lectoras

Estaba a la sombra de un árbol, sentado en el suelo con la espalda apoyada en el tronco, por el cual una columna de hormigas subían y bajaban en su atareada existencia, ignorándolo.
Pensaba en el próximo texto, lo tenía formado y listo para publicar, lo considero realmente bueno, tanto que no sabía si sabrían apreciarlo, casi que mejor no lo pondría, total una pandilla de lectores y escritores aficionados, no iban a saber apreciar la buena literatura, que desprendía, se durmió y olvidó el texto.

Alfred


2 comentarios:

  1. Ahora entiendo la marabunta de hormigas sabias dotadas de una estrategia tan elaborada para colonizar todo el parque.
    Parece que el escritor no calibró lo que podían leer y entender las hormigas en su aparente paseo inofensivo por la corteza del árbol.

    Un abrazo.

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  2. Las hormigas eran lo suficientemente inteligentes para saber lo que valía la pena leer.
    Un abrazo.

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