martes, 18 de septiembre de 2012

Realidades increibles

(Leído en la prensa local)
Amanecía, así que decidí irme a casa.
La luz lechosa del alba y el cansancio comenzaron a adormilarme.
Me desperté cuando mi coche invadía el carril contrario y se salía sin control de la carretera. Tras un fuerte golpe vi como un tren avanzaba imparable hacía mi, no pude moverme ni gritar, sólo mirar esa luz que se me acercaba entre humo y ruido.
"Esto no me puede estar pasando, esto no puede pasar"
Pero puede, claro que puede; la realidad no tiene porqué ser verosímil.

desasosegada


2 comentarios:

  1. Que suerte que has podido comentarnoslo!
    Un saludo.

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  2. Cuántas veces uno piensa exactamente " esto no puede estar pasado"...La suerte es poderlo explicar.

    Un abrazo.

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