Más que a la lluvia, lo que temía eran los truenos. Descubrió que el hormiguero jamás se inundaría, pero no estaba preparada para aquellos rugidos infernales que destruían el mundo. Todo lo puedo con aquel me fortalece, se decía al cobijo de la colonia. Y de repente, cayó el rayo
Vicente Puchol
Nunca estamos a cubierto, por más que así lo creamos.
ResponderEliminarBesos
Así es Virgi, ni lo bastante arropados por las personas queridas.
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