lunes, 11 de marzo de 2013

Alteridad

Volviste caminando serenamente del más allá, con el paso flotante de quien ha consumido la noche reinventándose meticulosamente en su alteridad. Las preguntas son superfluas, tu plácido rostro inmaculado, tus ojos cavilando ensimismados: Palpita lo ajeno en el lentísimo batir de tus párpados, advierto su sonrisa en la despreocupada caída de tus comisuras labiales, de cada uno de tus músculos faciales en perfecta y equilibrada miotonía. Junto a su aroma, transpirado por cada una de tus glándulas sudoríparas, por cada espiración buconasal no forzada, revelan el todo. Facies de felicidad relativa con alta probabilidad de ser compartida.



4 comentarios:

  1. Los dos puntos dan paso a una torturada descripción anatómica que agota.
    Sugiero, con todo respeto, un poco más de ligereza estilística, por mucho que le guste Góngora.
    Y ya me voy, después de haber abandonado mi epidermis digital al ingrato tacto de unas teclas adúlteras que a cualquiera de mis mujeres sirven con igual desdén.

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    1. No noto el respeto por ningún lado: Lo que escribo puede gustar, o no. Se puede entender, o no. El lector puede expresarlo de ese modo, simplemente, directamente. Pero comentarios, fatuos, altisonantes y arrogantes carecen de sentido. Por otra parte, no sé de dónde saca lo del gusto por Góngora. De hecho, no me gusta Góngora. Y, como digo, tampoco me gusta su ridículo comentario.

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    2. Aunque no me crea, le aseguro muy sinceramente que en ningún momento tuve la menor intención de molestarle. Admito mi exceso de espontaneidad y admita usted, también, que mi comentario podría haber suscitado una respuesta jocosa, en la misma línea de parodia que yo intenté. A la broma sana se le puede responde con otra broma, sin que sea necesario interpretar voluntad de ofensa o burla.
      Pero, en fin, si no le satisface mi explicación le pido disculpas. Y, por último, si le sirve de algo le diré que la idea del relato me ha parecido muy buena, verdaderamente interesante.

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  2. A mi, personalmente, me ha gustado.
    No todo va a gustarnos a todos, basta con tener respeto a quien hace el esfuerzo de escribir y compartir sus escritos con nosotros.
    Un saludo.

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