Mi abuela solía atarme a la pata de la mesa de la cocina ante la mirada de mi abuelo, no porque yo fuese demasiado inquieto, ni ellos especialmente severos, al contrario. Simplemente conservaban un envidiable ardor juvenil que les hacía retirarse a su alcoba a cualquier hora, y deseaban evitar interrupciones inoportunas. Pero no podían atar mis perspicaces e imaginativos oídos, hasta los que llegaban los fragores de la incruenta batalla. Después mi abuela me llenaba de besos, sin duda para calmar su culpa por someterme a tan injustos arrestos. Por eso ahora me gustan las mujeres mayores y por eso mis maduras amantes tienen que atarme fuertemente. Lo afirma Greta, mi psicoanalista. Pero se jubila mañana y no podremos seguir las investigaciones sobre mi infancia, tan traviesas y extenuantes. No importa, para nuestra última entrevista le tengo preparada una sorpresa. En cuanto me desate del diván, pienso pedirla en matrimonio.
El Manco del Espanto
El Manco del Espanto
Un buen relato. Muy divertido y con más fondo de lo que parece. Si el psicoanálisis entra en escena todo es posible. Me alegro mucho de que su psicoanalista Greta se haya jubilado.
ResponderEliminarMuchas gracias. No se crea, ahora me he dado cuenta de que Greta no cocina como mi abuela. Ya estamos pensando en hacernos una terapia de pàreja. Y quién sabe, a lo mejor acaba en trío, je, je.
ResponderEliminarQuerido amigo:
EliminarMe despido oficialmente. No sé si cogeré Ortaleza hasta el metro de Colón o abriré un consultorio para mentes con dioptrías.
Un saludo cordial o dos.
Hortaleza es con hache.
EliminarQue sea para bien, José.
ResponderEliminarSaludos y suerte.
Manco, es un placer leerte. Sólo se me ocurren, para comentar tus aportaciones a este sitio, tópicos como "nueva savia" o similares, pero ésa es la idea que me viene a la cabeza. Buen relato.
ResponderEliminarAndrés, para comentar tu elogio se me ocurren palabras como amabilidad y agradecimiento, que no sé si son tópicos, pero que son verdad. El próximo relato que suba considera que te lo dedico.
ResponderEliminarUn abrazo.
El Manco.
Espero que Greta y usted sean muy felices. Mis bendiciones.
ResponderEliminarAmén
ResponderEliminarEl Manco