miércoles, 6 de marzo de 2013

Plumas de papel

El alboroto partía de mi biblioteca. El zumbido, similar al de un enjambre de abejas gigantes, era ensordecedor y se acompañaba de golpes secos sobre las paredes y muebles. Cuando abrí la puerta, rozaron mi cabeza varios libros con las pastas abiertas dando aletazos como cuervos, buscando una salida. Por toda la habitación revoloteaban cientos de tomos que, despegando desde las estanterías, se mantenían en el aire o se posaban en los más diversos lugares. En sus vuelos, dejaban caer deyecciones en forma de notas manuscritas (que yo suelo intercalar entre las hojas) o de marcadores de lectura. Me vi impotente para organizar el caos ya que sobrevolaban en zigzag dificultando su aprehensión. Descorrí el amplio ventanal y los libros tomaron la calle formando una gran bandada que se perdió en lontananza. El suelo quedó cubierto de plumas, perdón, de hojas. Sólo uno de los libros se mostraba remiso a abandonar su estante:una biografía de Hitchcock que yo acababa de adquirir. Desde la cubierta, su rostro me sonreía pícaramente.

country49

5 comentarios:

  1. Mmmmmmmuy bueno

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  2. Magnífica imagen, si Hitchcock viviera puede que jubilara a los pájaros y creaba una versión con libros, los imagino amenazantes volando en manadas sobre el ebook asustado.
    !Muy bueno!

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  3. La idea me parece estupenda, y la ejecución muy correcta. Los surrealistas habrían estado encantados contigo. Suprimiendo el final sería cien por cien surrealista, y no es una crítica, porque al mismo tiempo sacrfificaría su sentido actual, que me parece muy bien traido. He leido unos pocos relatos más tuyos y observo cierta predilección por un inquietante comportamiento de los objetos, también muy surrealista, y en general un buen nivel. Enhorabuena.

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    1. Tienes toda la razón: el final se me antoja demasiado explícito en el contexto. Suelo escribir más de un final para mis relatos. En este caso una de las opciones era la de que permaneciera un SOLO libro de mis favoritos en mi biblioteca...pero ¿cual? ¡tengo tantos para elegir! Otra posibilidad era que la "bandada" de libros aterrizara en las estanterías de alguien "alérgico" a la lectura. Por último deseché la idea de que la esposa del narrador (suponiéndolo varón) ocupara los espacios con fotos irrelevantes y variados objetos kitsch, pero no está la cosa para finales que puedan ser considerados "machistas".

      Gracias por tu comentario

      Saludos de country 49

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  4. ¡A mí me habrían encantado esos objetos kitsch y esa esposa ultramoderna! Pero igualmente el guiño de Hitchcock es muy bueno, como el resto del relato.

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