Bajo la piel seguían latiendo aquellas frases. En los oídos seguían sonando las mágicas melodías. El verano regresaba con su acompasado ritmo de toldos a rayas, y cañas frescas a media voz.
Ellos, que se conocieron sin conocerse nunca, regresaban cada Julio y Agosto al bar de los relatos breves, donde en unas vacaciones compartieran tinta y complicidades, sueños y despertares.
Y es que ellos, los locos de las palabras por hilvanar, los taraditos adictos a dibujar símbolos que podían leerse, nunca partían del todo cuando regresaban a sus quehaceres.
Ignoraban que dejaban jirones de ellos mismos en los párrafos que desgranaban en el bochorno canicular.
Porque, sin darse cuenta, la epidermis recibía el sol de las lecturas compartidas, como una ensalada de verano. Fresca, y siempre por querer volver a degustar.
Albada
Ellos, que se conocieron sin conocerse nunca, regresaban cada Julio y Agosto al bar de los relatos breves, donde en unas vacaciones compartieran tinta y complicidades, sueños y despertares.
Y es que ellos, los locos de las palabras por hilvanar, los taraditos adictos a dibujar símbolos que podían leerse, nunca partían del todo cuando regresaban a sus quehaceres.
Ignoraban que dejaban jirones de ellos mismos en los párrafos que desgranaban en el bochorno canicular.
Porque, sin darse cuenta, la epidermis recibía el sol de las lecturas compartidas, como una ensalada de verano. Fresca, y siempre por querer volver a degustar.
Albada
!Que envidia! tú crees que nos admitirían como socias en ese club veraniego??
ResponderEliminarUn beso
A que sí!.
EliminarEnsaladas fresquitas, para rebajar los calores de una situación pésima. Quién no desea su pequeño oasis?. Nos apuntamos pues. Un beso, Marga!
¡Qué buena eres removiendo los sentidos, Albada! Yo también quiero ensalada, amiga. Un abrazo.
ResponderEliminarAlbada, esa magia de la literatura es la que a mí me quita la vida.
ResponderEliminarO me la da, que es otra forma de expresarlo. Condimentando y aliñando esa ensalada de palabras que te permite degustar este verano de una forma diferente, más rejuvenecido y extraño...
Francisco, yo digo que no escribo por afición, sino por respirar. Porque ni una ni otra casa lo he elegido, si no que lo necesito para vivir...viviendo. Magia?, pues no lo sé, pero bendita la magia si nos permite respirar de forma distendida por sentirnos seguros y de vacaciones, no?
EliminarUn abrazo.
Estamos inmersos en ella, a fe mía. Nos falta las musiquillas de las noches de fiesta mayor de pueblo y el cine al aire libre en sillas plegables de madera. Poco más.
ResponderEliminarEnsalada de rizos de lechuga con tomates cherry y pellizcos de albahaca para el señor.Marchando!.
Un abrazo.