sábado, 14 de abril de 2012

14 de abril

Como cada aniversario, se puso su viejo uniforme, con el qué abandono su país,siempre conservado como un voto hecho a si mismo, cada vez más grande para su cuerpo menguante. Colocándose sus gruesas y grandes gafas, se miro en el espejo de cuerpo entero, con sus botas bien lustradas, y efectuó el saludo con toda su energía. Aunque cada vez menos marcial y más civil.
En su casa decían: ¡Cosas del abuelo!

Alfred


viernes, 13 de abril de 2012

Memoria histórica

Aunque ya hace demasiado tiempo que su memoria danza entre tinieblas y bruma, cada 14 de abril, varias veces al día, se levanta de su sillón como un resorte y busca el polvoriento album en la estantería.

Y, tembloroso pero decidido, bucea entre las fotos amarillentas, deja escapar un par de lágrimas y comienza a tararear viejas canciones que ya casi sólo él recuerda.

Cronopio

jueves, 12 de abril de 2012

DEDICACION SIMETRICA

Capean el temporal con su piel curtida de marinos de tierra adentro, los mismos surcos en su frente, las mismas arrugas junto a sus ojos, las mismas manos ajadas por tirar de las maromas, el mismo buzo de plastico amarillo rematado por katiuskas verdes.¡Cuantas veces habré visto el mismo uniforme y el mismo tipo en el puerto de Santoña!. Sin darme cuenta que aqui, en plena meseta, se dedican a lo mismo, el jornal y la familia, solo que el producto es otro: Cereal, gallinas, terneros, verduras...

JESTA


Al Cesar lo que es del Cesar y ....

Preparé aquella oposición por agradar a mi madre.
Mi primer trabajo fue la investigación de los fondos de una rica familia; les sancioné sin temblarme la mano y así, casi sin darme cuenta, hice de mi profesión mi vida.
Obsesionada por el trabajo rastreé paraísos fiscales y subterfugios mafiosos y alcancé fama de inspectora incorruptible.

Ayer me jubilé y todo lo que me queda es la certeza del deber cumplido, un vacío inmenso y la estúpida sensación de haber confundido lo urgente con lo importante.

desasosegada

Leñador

Hacía años que el bosque se le había hecho pequeño, tanto talar, tanto talar, lo logró, Ahora su distracción era asustar a las paseantes con caperuza, cuyas abuelas no las aguantaban y las mandaban a la caza del lobo. Aunque el ya había hecho también de las suyas al respecto.Pero las nuevas no se asustaban y se quedaban a ver y preguntar como le iba por el bosque enano, y el se escondía detrás de un bonsai. Ahora era él el asustado.

Alfred


miércoles, 11 de abril de 2012

Cuenta atrás

El Universo conocido desaparece en un instante.

Apenas tengo tiempo de amarrarme a ese tablón podrido que flota a escasos centímetros de mi cuerpo.

Una noche eterna y húmeda sucede a la luminosidad explosiva y ardiente.

Si aún quedara algo a lo que mirar, no podría verlo, pues mis ojos han sido dolorosamente devorados por el fuego y las sombras.

Con sumo esfuerzo, y ya casi sin oxígeno, destilo estas pocas líneas para que atestigüen mi definitiva dilución en el espacio y en el tiempo.

Cronopio

martes, 10 de abril de 2012

Testigos del ayer

Tenía un reloj colgado en la cocina.
Era sencillo y barato, me acompañó en la independencia primera, en noches sin calefacción, llenas amigos y risas.
Con el tiempo mis cocinas fueron cada vez más cálidas y solitarias.
El otro día, mi viejo reloj, se paró. Casi me alegré porque la verdad es que ya no pegaba ni en mi casa, ni en mi vida.
Pero la nostalgia usa extraños subterfugios y ahora echo de menos su tic-tac cordial.
Es curioso como el ayer nos asalta por sorpresa y nos sume en la melancolía.


desasosegada


domingo, 8 de abril de 2012

Mi Caracola.

La encontré en la cueva grande de la orilla.
Cuando bajó la marea.Entonces sí que me atreví a caminar hasta allí con los pies lamidos por el mar que iba y venía sin descanso.Todavía hacía calor, pero entre mi chapoteo y el empuje del mar, logré saborear muchas chispas saladas.
Por allí cerca, a escondidas miles de cangrejos se aventuraban con sus tenazas al aire.
Allí estaba mi hermosa caracola.Semienterrada, esperándo que mis manos la sacaran del frío batir de las aguas que susurraban canciones

Lenita