martes, 12 de octubre de 2010

El baile a la luz de la luna.

Cruzó el puente y subió a la valla de piedra. A la luz de la luna, divisó su estampa: negro, astifino y de noble apariencia,el animal avivaba la llama de esa vocación temprana que le hacía escaparse de casa y acudir por las noches a la dehesa. Saltó a la hierba, abrió la boca y citó al morlaco. Los reflejos plateados del astro de la noche envolvieron el baile del muchacho y su capote con un magnífico toro. Hubo otras muchas noches de danza, pero a nadie le hizo saber su secreto.
Tagore123

5 comentarios:

  1. papelylápiz12/10/10, 21:41

    Tagore, con tal bellísimo relato, me has trasladado allí. ¡Así no hay manera de abolir las corridas de toros! (Aunque la tauromaquia no tiene porqué estar definida como un festín de sangre, claro, y viene de nuestras raíces milenarias). Repito: muy bello. Subes el nivel...

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  2. Luis, de verdad, estoy engordando por momentos. Si me vieras, como los pavos ando ya. Jajajaj. Gracias por el halago. Un beso.

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  3. Lo primero que notas al margen de la historia en si, es la correcta descripción, el maravilloso ambiente que relatas y la utilización de palabras en su definición tan cercanas al texto que no tengo otra manera de decirte, que lo has bordado. Por supuesto, la historia... muy hermosa. Felicidades Tagore123.

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  4. Que honor veintiuno. Muchas gracias. Otro beso para ti.

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  5. En el blog de Sara Lee te puse:

    ¿Y nunca pudo asistir a la pista de baile? ¿Nadie lo vio bailar nunca? Lástima, cuando de tu arte sale baile,..., todos deberían disfrutarlo. El arte es un don que tenemos la obligación de compartir.

    Muy bueno Chelo, de tus manos también sale música.

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