martes, 5 de octubre de 2010

En otra piel (saryle)

Ven querida, acércate, quiero tocarte. ¡Qué cutis tan suave! ¡Qué rasgos tan dulces! Siéntate aquí en el sofá. Cuéntame tus periplos en el bosque. ¿Has visto un dócil animal a la sombra del camino? ¿Has oído, tal vez, sus tímidos aullidos de advertencia? No temas. Mis manos están tan agarrotadas como mi voz. Mis ojos, tan turbios como mis reflejos. Y mis mandíbulas, tan débiles como los dientes que ya no tengo. Soy el lobo dentro de tu abuelita. Ella yerra por el monte, desperdiciando mi cuerpo.

5 comentarios:

  1. Me has desmontado el cuento. Ja,ja,ja Menudo lobo de pacotilla. Y la frase del final... "desperdiciando mi cuerpo" Me dá hasta penita el lobo

    ResponderEliminar
  2. No podemos imitar lo que no somos, creo que has descrito con fábula que cada uno es lo que es y no debemos jugar a ser otros. Mientras podamos vamos a exprimir todas nuestras cualidades, para no lamentarnos en recuerdos de lo que pudimos ser. Imaginación al poder, Sara.

    ResponderEliminar
  3. Veintiuno, has encontrado la moraleja. Por mucho que nos pongamos en la piel del otro, seguimos siendo nosotros mismos, pero disfrazados. Cormoran, da pena el lobo, pero también la abuelita que sigue siendo "senil" a pesar de tener un cuerpo fuerte y fiero. Gracias por vuestros comentarios.

    ResponderEliminar
  4. Saryle este me ha encantado. Situación original, bien escrito y mejor resuelto. enhorabuena

    ResponderEliminar
  5. @gabrielpalafox
    Gracias gabrielpalafox, son importantes para mi tus comentarios, considero tu escritura más "profesional" que la mía, bastante más rudimentaria.

    ResponderEliminar