Hoy la tierra devuelve vida. Sí, la misma tierra que segó tantas otras, temblorosa, con estruendo, sin avisar. Algo nos eleva hoy y nos reconcilia con el género humano. Son treinta y tres -precisamente treinta y tres- los que resucitan. Agradecidos, agotados, iluminados en plena oscuridad con la fe de su rescate . Pronto conoceremos los detalles de su convivencia, imperfecta como casi todas, y una vez más descubriremos que la generosidad es el triunfo de los fuertes.
Alsquare
Un hermoso homenaje, Alsquare. Y una interesante llamada de atención sobre el 33 y la resurrección, no me había dado cuenta, creo que si sigues por ahí, puedes exprimir más esta historia. Aunque creo que lo querías decir, ya lo has dicho. Y muy bien. Gracias por tocar el tema y gracias por tener presente a Sudamérica, porque hay que seguirla un poco de cerca para juntar en tu mr el terremoto y la mina.
ResponderEliminarEstupendo, Alsquare. Aunque no tiene la fuerza de un relato, tiene la fuerza de una maravillosa manifestación, bellamente expresada. Y yo entiendo que, a veces, te lo pide el cuerpo; y que es otra variedad para incluir en este espacio.
ResponderEliminar@Mirina y papelylapiz: hay todo un simbolismo en esta historia feliz que me llamó la atención. Hermosa tierra Sudamérica, tan acogedora, tan disfrutada y llena de gentes de bien.
ResponderEliminarComo bien dice papelylapiz no es un relato, es una manera de soltar lo intenso que uno lleva dentro.
Gracias a los dos.
"la generosidad es el triunfo de los fuertes" muy cierto, y un poco terrible ¿No?
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