Me despierto completamente aterrado, sudoroso. Sentado sobre la cama y todavía con la pesadilla viva, intento recordar...
Con el otoño, llega la gripe. Hay casi cinco millones de desempleados y los verdaderos dueños de nuestra vida, -las empresas químicas/farmaceúticas-, han introducido un nuevo virus y este año no fallarán, hay mucho dinero en juego. Tengo gripe y uno de mis hijos también. Saltando sobre la tarima, en un acto de supervivencia, rompo las recetas de las vacunas de esta temporada.
Creo que ahora tenemos los dos pendiente darle más fuerza a un relato. Habrá que acelerar el plan de la cabaña.
ResponderEliminar@papelylápiz Eres tremendo, Luis, ¿buscando complicidad?. Para este relato me falta sitio a toneladas. Pero para el plan b, (cabaña, naturaleza, amistad y sobre todo orujo...), no necesitamos errar. Es necesario proponerlo y ejecutarlo. El buen humor nunca puede escasear. Me gusta tu sinceridad.
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