Damadeltablero
Espacio de creación de microrrelatos,
cuentos cortos y otras formas de
literatura breve, al acceso de cualquiera.
domingo, 31 de octubre de 2010
Precuela al Jardín del Edén.
Una perfecta simetría vive dibujada en mi corazón. Pertenece a mis dos amantes. Uno de ellos, me come y mientras lo hace, siento en ese desgarro un placer intenso y dulce. Sin embargo, mi otro gusano, mordisquea acariciando mi piel, sin atreverse a irrumpir en el santuario de mi carne jugosa. En fin, soy manzana y puedo abandonarme al disfrute carnal. Siempre he sido la más envidiada del Edén. Lo siento, humanos.
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Tu precuela me gusta más que el original. Y la sensualidad que transmites, me trastorna. Esa carne jugosa, entregada a dos bandas... describe perfectamente la dualidad. Algo inherente en las personas y que tu resaltas magistralmente aquí. Relato hedonísta, Dama. Me encanta.
ResponderEliminarGracias, 21. Muy amable. Sigo buscando la provocación con el contenido. Hay grandes maestros de la forma en el blog. Es evidente. Me divertí mucho con este micro y con sus efectos...
ResponderEliminarDama, me encantó. Me gusta como juegas al equívoco y las sensaciones que provocas. Ese juego a dos bandas con la carne es magnífico. Enhorabuena.
ResponderEliminarSensual, Dama. Y desde ese Edén, los humanos ganaron capacidad de fantasía y simbolizaron la sensualidad a través de toda clase de frutas y bivalvos... jajaja.
ResponderEliminarYo añadiría a mis compañeros la sinuosidad del gusano y sus cosquilleos (supongo) que debe ser de los más sensual.
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