Los miles de pigmentos metalizados a la luz del sol, dibujaban un hilo de luz al trazar el recorrido de su vuelo.
Al dejar que posara sobre su mano, sintió la exceléncia del que es protagonista del momento, pero al instante, volvió a ser víctima de lo efímero del tiempo.
Íngrid
La belleza es capaz de irrumpir en el estado más apático existente. Y aunque solo sea un momento, nos hace olvidar de nuestra languidez y mostrarnos otra visión. Un micro muy sugerente y bien escrito, Íngrid.
ResponderEliminar